El embalaje es esencial para cualquier tipo de industria, ya que una de sus principales funciones consiste en proteger el producto de los posibles riesgos que pueden producirse durante el ciclo de almacenamiento y distribución, que pueden afectar a los productos. Por ello, es fundamental contar con un buen sistema de envasado, empezando por el propio material.
Antes de entrar en los diferentes tipos de materiales para hacer embalaje, es importante recordar las funciones más importantes del envase: contener, conservar, informar, identificar y manipular. Hay muchas más funciones, pero éstas cubren la mayoría.
Acerca del costo en los tipos de embalaje
Puede resultar costoso comprar cajas en una tienda. En su lugar, tómate el tiempo de investigar diferentes tipos de materiales que puedas utilizar en tu vida diaria. Hay muchos tutoriales en Internet que te ayudarán a aprender a hacer diferentes tipos de embalaje y empaquetado. Para reducir costos puede utilizar fácilmente lo que tienes en casa, como cajas de zapatos, cajas de palomitas de maíz e incluso el cartón de los rollos de toallas de papel. Todos ellos son fáciles de empaquetar y trasladar contigo, si no más fáciles que como estaban en casa.
Ocuparte del embalaje de tu mercancía, ya sea para llevarla a tu tienda o hacia nuestros depósitos donde la guardas, es fundamental para que esta no sufra daños.
Aquí te compartimos algunas alternativas para embalar, claro está, dependiendo del tipo de mercancía que almacenas:
- Papel Kraft: el cartón ondulado y el papel kraft ejercen un efecto amortiguador para evitar golpes y ralladuras durante el traslado. Ambos tipos de relleno para embalaje evitan que los productos se muevan.
- Bolsas de aire: las bolsas de aire se definen como una protección ultraligera, moderna y cómoda. Una vez infladas se componen como propio nombre indica, de un 99% de aire. Ocupando un espacio reducido.
- Partículas de rellano fabricadas con almidón de maíz. Como alternativa a los chips de poliestireno expandido, las partículas de relleno a base de almidón de maíz toman el relevo como una referencia igual de eficaz, pero más respetuosa con el medioambiente. Muy esponjosas, ligeras, aptas para mercancías frágiles y delicadas, totalmente reciclables, 100% biodegradables y compostables.